CRITICA POS-MODERNA
A LA DESACTUALIZADA IDIOSINCRASIA NACIONAL
(LA EDUCACIÓN DEL
SUB-CONSCIENTE)
Desde hace muchos años, quizás ya desde mi adolescencia, un
extraño sentimiento se apoderó de mí y ya nunca más pude extirparle. Una
insatisfacción creciente y profunda,
ante la vulgar idiosincrasia de la sociedad argentina moderna o, si se quiere,
Posmoderna. Con una oscura historia, un macabro pasado, muy influenciada por el
pensamiento Latino–Católico, pero con características fascistas propias,
generadoras del paulatino y astuto deterioro de todas las imágenes arquetípicas
de lo bueno, lo moral, lo ético y lo correcto. El heroico soldado, el estratega
y buen general, el honorífico héroe, el gran profeta, el sabio sacerdote y
consejero, y hasta el mismo Cristo, fueron convertidos en Videla, Massera, Von
Wernich y en demás títeres del colonialismo ultraderechista. El Nacionalismo se
convirtió en Fascismo, que a su vez se había confundido con Nazismo. La Identidad se convirtió
en un lastre, y el amor a la
Patria un desatino. La Justicia se hizo corrupta, y la mano fuerte de la
ley, se convirtió en genocida. Los errores cometidos por unos pocos humanos,
terminaron por trastocar todas las utopías de la masa. Un maquiavélico cinco
por ciento de personas en el poder, generación tras generación, decidieron por
todos nosotros, al trastocar los destinos nacionales con el simple acto de
vender su ética.
Cristo fue convertido en patrimonio del Catolicismo, y éste
a su vez es visto como sinónimo de la cultura del subdesarrollo, propensos a la
pedofilia, a la corrupción de menores, y
al Fascismo. Y la poca opinión que hay de los protestantes se centra en la información
mediática de los mercaderes de la iglesia brasilera evangelista, olvidando a
Inglaterra, EE.UU., Suiza, Holanda o Alemania, por mencionar algunas potencias
protestantes.
La larga caída del Catolicismo Romano, su anticuado dogma
agrícola, y las escandalosas evidencias de su deterioro sacerdotal dan la
inequívoca señal de su final agonía. Su oscuro pasado, hizo saber a la cultura,
que poco tenía de Cristiana y mucho de Romana y Cesariana. Pero con su caída,
el vulgo (de vulgar) y la cultura engreída del Poder, hicieron caer a todas las
religiones, experimentadas o desconocidas, buenas y malas, porque ese cinco por
ciento maquiavélico, había perdido su fe, todos debíamos perder la nuestra.
Esos católicos argentinos que cayeron una y mil veces, hicieron creer que
ninguna otra fe tampoco servía, (y nos metieron en la cabeza, que no podemos
aceptar que haya otras civilizaciones superiores a las nuestras, como los
sajones que han logrado un alto grado de civilización y desarrollo).
Así nació el grupo de intelectuales de la oposición argentina,
muy socialista pero radicalmente ateo. De esta manera se establecieron
paradigmas del conocimiento, Dios no existe, “Dios ha muerto”, la fe solo es
una utopía, fueron las predicas catedráticas en nuestras Facultades. Tuvimos
que vender nuestra alma y abdicar de los dioses, para agiornarnos a la cultura universitaria
moderna. Así, los judíos se hicieron ateos socialistas, los católicos se
hicieron agnósticos, y los paganos se hicieron cristianos. Pero con el discurso
de la muerte de Dios, los cultos argentinos olvidaron que al menos los europeos
habían conservado el ideal o Arquetipo
del Súper-Hombre.
No solo las religiones dominantes se quedaron sin
sacerdotes, ahora ni las sectas, ni las ordenes iniciáticas elitistas gozaban
de creyentes. Porque ahora se tiene el concepto de que todo acto mágico o
pagano es sinónimo de López Rega.
La definición de la cultura dice que el Rito: es una
característica de los pueblos salvajes y bárbaros, los pueblos incultos son muy
religiosos, la extrema pobreza crea la necesidad de creer en un mundo mejor. E
incluso se ha dicho que sólo los perdedores necesitan creer en algo más que en
sí mismos.
Así matamos a Krishna, a Buda, a Lao Tse, a Jesús, a
Salomón, a Moisés, a Zoroastro, y los otros, pero esta vez no nos colgamos
ahorcados como Judas.
Sino que después quemamos el Talmud, la Torah, la Biblia, el Bhagavad Gita,
el Tao, y los Sutras, para escribir en
formato Word, nuestra propia Ley Moral, y
nuestra propia eucaristía, olvidando que todo aquello era la raíz de
toda cultura.
Sin darnos cuenta, los que manejaron el poder no solo
destruyeron el país y sus políticas de estado, sino que además destruyeron las
Imágenes Arquetípicas, los Dioses de los antiguos, los superhéroes de los
niños, nuestros estadistas, nuestros
ideales. Nuestros próceres fueron desacreditados y trasladados al
infierno, y con ésto alteraron nuestro honor.
Pero la culpa también es nuestra, siempre elegimos en
nuestro libre albedrío lo que no es correcto, puesto que a lo correcto ya lo
conocemos; invariablemente siempre elegimos lo mismo, lo peor, lo vulgar, lo
mas burdo y bizarro.
Elegimos al peor político, al más charlatán y fabulador, y a
ese siempre lo votamos dos veces. Y
las pocas veces que elegimos bien, jamás
dejamos que termine su mandato. La vulgar masa es hipnotizada con simples
ardides invocados por la oposición, o las mafias de poder; un choripán será
suficiente para comprar los votos de las bases de la pirámide. Así sin darnos
cuenta, entre todos salimos a destronar al cabecilla de turno.
Tuvimos terroristas de izquierda que colocaban bombas en
colegios primarios, secundarios y universidades, pero en nuestra memoria
terminaron convirtiéndose en héroes y mártires.
Teníamos la
Justicia, pero el fascismo militar argentino, terminó por
convertirla en la tiranía más injusta y
corrupta de nuestra historia. Un terrorismo de Estado, que sometió al pueblo a
las más bajas vejaciones. Un gobierno de facto, que en un principio, a todos
nos gustó, pero de eso nunca nos acordamos.
Como tampoco queremos aceptar que dos veces elegimos a
Menem, y que fuimos nosotros quienes le dimos el poder para instaurar las
mafias traficantes.
Teníamos Policías, pero las leyes nunca funcionaron bien,
como para asegurar nuestras propias excarcelaciones, creamos una impunidad
avergonzante de los cabecillas mafiosos de nuestra política. Por tanto, el duro
trabajo de investigación de los oficiales de policía , terminaba siendo
desarmado por los propios comisarios y jueces del distrito bajo las ordenes del
gobierno. Las leyes que protegían a la mujer seguían siendo del siglo pasado,
obligar a una niñita a hacer sexo oral, era excarcelable, la violación de menores era una condena de
cuatro años que a través de los beneficios judiciales terminaban convirtiéndose
en un año. Sabiendo claramente que los violadores no tienen cura psicológica,
es una desviación instintiva y animal, que no puede ser silenciada, un ciclo
semanal de lujuria bestial. De esta impotencia, nacieron los “Comandos de la Muerte”, como una mano
ejecutora de una ley del Talión, un grupo de amigos y camaradas al servicio de la Justicia, que extirpaban
de raíz, y a través de métodos medievales, al criminal reincidente. Hicimos que
todo se nos fuera de las manos, pero apresuradamente entonces, desarmamos a los
clandestinos comandos justicieros, pero no hicimos nada para corregir las leyes
vigentes que les habían creado. De esta manera durante muchos años funcionó el “Dos por
Uno” (dos años por un solo año de prisión), y además por buena conducta la
condena es reducida a la mitad; Cadena Perpetua significa veinticuatro años
como máximo, que pueden reducirse a doce y hasta hace poco tiempo, tal vez a
seis. Y todo sigue igual, o mejor dicho, peor. La razón de tanto desatino, era
simplemente porque las cárceles no daban a basto, y así y todo no construimos
mas presidios.
Pero a la mano dura,
la llamamos “Comandos de la
Muerte”, y pasamos al otro extremo y decimos que todos los
oficiales son “Gatillo Fácil”, o por el contrario corruptos, pero a su vez no
premiamos la buena conducta, sino que aplaudimos la “viveza criolla”.
Pero además la
Justicia entonces es denunciada por los Derechos Humanos como
cruel y represora, logrando que ahora los presos y delincuentes puedan
encontrar una pareja sexual con las internas femeninas, gozar de cable
satelital, alimento gratuito, medicina gratuita y demás impuestos que
religiosamente pagamos al Estado. La policía está atada de pies y manos,
obligándonos a la desidia moral. De esta manera convertimos a la ley en un
sencillo títere de la mafia y la injusticia.
Volviendo al tema social, creamos los Derechos del Animal.
Gracias a Dios ahora las jaurías de perros vagan por nuestras calles, cada tres
metros hay un excremento canino en la vereda, en cada calle deambulan dos o
tres perros salvajes, desnutridos y hambrientos. Muerden a los niños, ladrando
a los transeúntes y contagian enfermedades a nuestros perros caseros. ¡No!, la
perrera es algo malo, e injusto; es más justo que agonicen durante diez años de
hambre y sarna, para morir golpeados o atropellados.
Los Derechos Humanos gracias a Dios los respetamos, ahora
los utilizan los violadores, y asesinos encarcelados, para poder salir
rápidamente de la prisión o ganar confort y beneficios. Ni usted ni yo gozamos
de esos derechos cuando somos apuntados por las armas delincuentes en esas
esquinas oscuras cercanas a nuestras casas. Gracias a Dios, ya no acecha más el
ojo militar e inquisidor derechista, ahora brilla el atento ojo del asesino
serial, del rufián y el sátrapa violador de menores, escondidos detrás de cada
árbol de la plaza, de cada sombra escurridiza de la noche.
Ahora descubrimos que la droga es el peor de los flagelos
sociales, pero a los líderes políticos contrabandistas de drogas jamás los
juzgamos.
Es nuestra propia sangre la que está contaminada y no
queremos aceptarlo, teníamos folklore, tango, folk-rock, rock contestatario,
pero preferimos la cumbia de raíces colombianas, hip-hop yanqui y el reggaeton
puertorriqueño. Teníamos industrias y grandes emprendimientos, pero preferimos
el campo, y vendimos todo el Estado para lograr al fin ser un país bananero.
En el arte visual se vive el mismo deterioro, el
academicismo y su penosa investigación fue vista como obsoleta, derechista, y
elitista; el verdadero arte ahora debía ser “bien fácil”, y para esto fue
menester que pudiera ser cualquier cosa. Y ahora atesoramos egoístamente latas
con mierda de Monzónni, un pan quemado de Grippo y una foto del “Vivo Dito” de
Alberto Greco. Pero esta sesentosa estética de lo feo y lo absurdo terminó por
invalidar el término de “Bellas Artes”, los artistas han llegado a decir que la
belleza estética está ligada según estos nuevos conceptos, a la idealización
canónica nazi. La “nueva onda” (ya pasada de moda) es la abstracción, la
anti-forma y el escandalete mediático. A partir de esto, el arte perdió su
identidad; la broma y el absurdo pesaron más que la cultura, la identidad, y el
concepto.
Y desde entonces, la mayoría de los cuadros dijeron lo
mismo, (sólo la Nada
es abstracta). Allí donde las amas de casa veían mamarrachos y torpeza, los
pseudo-cultos vieron el traje invisible del Emperador. De esta manera olvidamos
la primera enmienda del arte, que es comunicar , y a su vez a nuestros maestros artesanos y constructores,
a nuestros arquitectos, nuestros artistas sacros, a los escultores de
monumentos, a los ilustradores, a los pintores académicos, orfebres, ebanistas
sacros y todos esos oficios antiguos que ya casi se perdieron. Los que sabían
su arte se convirtieron en anticuados, “académicos” como algo peyorativo, y
obsesivos. Nuestros nuevos héroes debían ser absurdos, el misterio de su
técnica artística debía quedar resuelto a simple vista, y simultáneamente combinar con el sillón de
nuestro living.
Creamos cultura gratuita para nutrir a nuestra sociedad,
pero los adolescentes ya no asisten a clases, puesto que concebimos que “La
calle es la mejor escuela”, el paco, la cocaína, el alcohol y demás flagelos se
convirtieron -gracias a los medios de comunicación (la música espacialmente)-,
en los más sabios maestros.
Abrimos cursos gratuitos de instrucción laboral, pero
generalmente elegimos la
Murga. Eso de leer partituras o practicar el dibujo es
demasiado complicado para nuestras cabecitas alcoholizadas de primitivismo. La
vulgaridad, valga la redundancia, es lo único que acepta el vulgo.
A las universidades asisten mayormente los hijos y nietos de
inmigrantes europeos, pero sin embargo son sólo el veinte por ciento de la
población nacional, ¿cómo hacerles comprender los conceptos de Andrade?
Al socialismo lo confundimos con Comunismo Totalitario, y a
éste a su vez con el estalinismo, que fundamenta el terrorismo anti-capitalista
y, de esta manera, al genio de Marx al final le creemos loco, fabulador o peor,
utopista.
A Eva Duarte la confundimos con Perón y a éste, con López
Rega; a la mafia de su último mandato, con todo el partido, que se confunden
con los políticos corruptos actuales, que, a su vez, se camuflan entre los
buenos políticos.
Corrompimos la originaria vertiente populista del “primer
Perón”, en la misteriosa dicotomía de derecha o montonera, abrimos de esta
manera dos movimientos armados que intervinieron las calles porteñas, generando
indirectamente una cofradía de cabecillas y mafias locales, que terminó por
destruir el ideal primario. Traicionaron al peronista, quizás desmoralizados
porque el mismo Perón hacia el final, lo ha traicionado. Así, cada político
olvidó su principal virtud populista nacionalista, su, si se quiere, demagogia
creadora de Utopías realizables, en el ambicioso capitalismo del peronismo
terrateniente, olvidando al Arquetipo del buen Caudillo, para así robar al
pueblo todo los que era del pueblo, vendiendo todo aquello que Perón había
comprado. Corrompiendo radicalmente la Idea Original, y con ésta, a la Justicia y a la Moral ciudadana.
Y como era bien sabido que “el Vulgo siempre elige lo
vulgar”, en cada lugar que se disputara el poder, estas mafias conquistaban los
puestos para enquistarse allí perpetuamente, porque el Poder ahora era sólo
sinónimo de Dinero, y el Honor, sinónimo del mafioso silencio cómplice.
Derrocaron de raíz a la buena fé de los simples, y las pocas
esperanzas e ilusiones que nos quedaban. En este irónico y macabro mundo,
decidieron nuestra suerte.
La Razón
y la Cultura
se hicieron creyentes del agnosticismo, y fieles religiosas del ateísmo, sin
cumplir sus propias enmiendas racionales que ordenaban: que una idea, antes de
ser catalogada como una verdad o una mentira, debía ser puesta a prueba,
primero teorizada y luego experimentada prácticamente, para comprobar su
resultado, (no conozco religión sin teurgia rigurosa, ni fe sin éxtasis).
El concepto de Cultura actual si bien es heterogéneo,
también es inmoral, tecno-centrista, injusto, maquiavélico, y sin quererlo,
nazista. Ya no hay barreras conceptuales, tabúes, pecados, incongruencias,
notas desafinadas, ni valor alguno que valga la pena conservar. De esta manera
volvimos a la supremacía del más apto, a la bestialidad animal transmutada por
el filtro de la astucia humana.
¡Esta bien!, perdimos todos nuestros tabúes, ya aprendimos
eso, y también ya hemos visto que es lo que pasa cuando se pierde todo
misterio, desaparecen también los infinitos grises.
Aprendimos con el sudor de nuestras frentes que el trabajo
honesto no era bien pagado, mientras que el deshonesto no sólo lograba fortuna,
sino que también se le permitía el blanqueo de Capitales.
A los policías exonerados de la fuerza judicial por
corrupción, les dimos nuevas oportunidades y luego de un año, volvimos a
colocarlos, armados y con sus viejos rangos, en nuestras comisarías.
Desde arriba y desde abajo, nos han socavado todas nuestras
ilusiones. Han matado uno a uno a nuestros ángeles, cazado a todos nuestros
dragones, crucificado a cada uno de
nuestros santos, quemado cada una de nuestras banderas, y hasta sacrificado al propio Dios, otra vez, (igual
que como el cristianismo persiguió y destruyó los demás cultos paganos).
El concepto troncal
que engloba a la posmodernidad, es sin duda la idea del Fin de todas las
Utopías, tanto religiosas, políticas, económicas, culturales o sociales. Es la
caída de la Torre
de Babel, en un Eón después.
Pero además, como ya estamos tan viejos, y nos conocemos
tanto, sabemos que no habrá nada nuevo bajo el sol, sino simples collages y
pastiches de las utopías anteriores jamás realizadas por completo a causa de la
vileza humana. ¡Hasta eso nos hicieron creer, que ya no estamos aptos para
crear nuevas Utopías!
Durante nuestra Nueva Era, al fin aceptamos la igualdad de la Mujer, habíamos comprendido
que su debilidad física era compensada por su agudo intelecto. Poco a poco tomó
su lugar y se consolidó en el sistema para ser un par del hombre.
Sin embargo, su astucia la llevo a descubrir del poder de su
seducción, y la manera de lograr una vida fácil, de esta manera el mercado la utilizó como objeto de consumo,
así el vulgo o la generalidad de las damas creyeron que esto era lo que la
sociedad pretendía de ellas. De esta manera la mujer, fue casi siempre culpable
de lo que se le acusaba en la era
machista. Ahora se habían vuelto
mercenarias de su cuerpo y promiscuas,
egoístas e infanticidas; polígama por naturaleza psicológica, y
soberanamente ambiciosas del poder y del dinero ajenos. Destruyeron la familia,
y el concepto de familia. La madre soltera se puso de moda, y los niños
crecieron sin códigos patriarcales.
Las mujeres que triunfaron en nuestro mundo cultural,
nuestras divas, se convirtieron en vulgares rameras con siliconas, teñidas con
desinfectante, adictas a las drogas y a las plastillas, modelos de pornografía
que vendían su matrimonio al futbolista consagrado. Esa es la imagen que nos
vende nuestra Tv. a-r-g-e-n-t-i-n-a, el ideal de la triunfante mujer moderna,
hoy es la mujerzuela.
Esto es lo que el propio Feminismo reconoció que sería su
fracaso: a la mujer le gusta el poder de otro, pero sueña solo con ser una
buena ama de casa y amante, su príncipe azul le salvará del Leviatán. La propia
imagen de las humildes y combativas mujeres proletarias del Feminismo, sin más
que un neurótico grito en petición de igualdad laboral, contrastaba con la
suntuosidad y el poder pretendido por la mujer promedio. La habíamos convertido
en una adicta a los espejitos de colores , dependiente a objetos carísimos e
inservibles: desde diamantes, topacios y rubíes , hasta drogas, pastillas para
adelgazar, lentes de contacto coloridos
, aretes, anillos, pulseras, medallones,
prendedores, sombreros , decenas de pares de zapatos para todas las
combinaciones, carteras, maquillajes, siliconas, bronceador, tintura para el
pelo, crema, esmalte de uñas, perfumes y demás armamentos sexuados de moda.
Como si el único objetivo de la mujer fuese seducir y fornicar. En sus literaturas populares no pusimos
términos como honor, fuerza, voluntad, virtud, liderazgo, ética, códigos o
valor: en sus literaturas en cambio figuran las palabras: pasión, romántico,
amor apasionado, debut sexual, amante, infidelidad, clímax, mariposas en el ombligo, seducción,
beso y demás términos. Pero como no
gozan tampoco de escuela callejera, en su mayoría desconocen los códigos
básicos del honor.
Nunca comprendí la utilidad de las ágatas, y rubíes
engarzados en oro, no pude descubrir cual era ese mágico brillo del diamante.
Solo lo entiendo como pura vanidad, fanfarronada, y táctica de seducción, para
tratar así de llamar la atención para que todos miren. En cambio sí encontré
sabias verdades y utilidad en el poder del hierro, el uranio, y la
electricidad. Sabiduría en el gimnasio, en el
aeromodelismo, el maquetismo, automovilismo, en los vehículos a radio
control, la tecnología, la tecnificación, la invención, y demás hobbys machos.
Cosas que me sirvieron no solo para resolver prácticamente todos mis problemas
cosméticos, sino que además me sirvieron para comprender las matemáticas y la
física a lo largo de toda la carrera.
Hicieron que el hombre pareciera no necesitar a la mujer en
nada, como si solo fuese un trofeo, innecesaria para sobrevivir en ningún campo
de la vida, ni siquiera en la generación, puesto que el mundo nunca se quedara
sin gente, dado que ellas nunca van a las guerras y siempre engendraran a mas
de uno. El hombre en si mismo esta completo, el no debe llamarla para mover un
sillón o una heladera; el tampoco la llama para construir el quincho, arreglar
la luz, el cable, el motor del automóvil o pintar la casa. El no necesita
llamarla puesto que sabe cocinar, limpiar y lavarse la ropa por si mismo, eso
bien lo demuestran desde los militares del mundo hasta los mejores artistas. Lo
único por lo que el hombre le es muy útil la mujer, (pero no indispensable), es
justo eso que ella vende desde su adolescencia a quince dólares los veinte
minutos.
La sociedad con la ambición del mercado y el consumo, ha
destruido los valores y arquetipos de la Mujer moderna, transformándola en un vanidoso
títere comerciable de la moda y el dinero. Un temible vampiro chupasangre .
Sin embargo, los astutos capitalistas las colocan en altos
escalafones dentro de sus empresas e industrias pero nunca en la misma cabeza,
puesto que saben que tienen mas ética que los hombres, y ese ángel de
inspiración que conmoverá a los escalafones inferiores, las utilizan para
administrar las compañías de la misma manera que administran sus casas; pero
nosotros nunca dejamos que nos gobierne en la política ni en los lugares de
poder.
Ahora estamos socavando a la adolescencia, la nueva
pornografía hentai va dirigida a los menores y los púber; los nuevos programas
de escándalo son reality shows de la vida de alcohólicos y viciosos estudiantes
secundarios; las menores callejeras confiesan en televisión sus mas bajos
instintos y actos, entonces nosotros las consagramos como “Lolitas”, y a la que
posee el uniforme escolar mas cortito, catalogamos de madurita.
Espero que esta visión misógina que tengo no sea verdadera,
que mis prejuicios me hayan enceguecido y no haya podido ver la virtud de la
mujer posterior a la década del ´70. Deseo desde lo más profundo de mi corazón,
que la mujer sea similar al Arquetipo de La Madre Virtuosa, o
al planteado por los primitivos ideales
del Feminismo, puesto son las únicas que podrían salvarnos. Esa es la Única
Utopía que nos queda sin probar, es la primera de todas: el Matriarcado.
A lo que quiero llegar, es a demostrar como es que nos han
socavado todos nuestros ideales, héroes e ilusiones.
Esto no es otra cosa que la indiscutible señal del
desmoronamiento de nuestro sistema. El envilecimiento generalizado, el
vandalismo y la ley del más fuerte se impusieron otra vez en las calles, se han
perdido los códigos y el honor, hemos retrocedido en el tiempo, a un lugar sin
ley ni destino.
Es menester que copiemos al menos por una vez, algo bueno de
las potencias protestantes y no sus vicios callejeros, o su identidad sajona.
Si viéramos bien, el material mediático y cinematográfico que nos venden,
descubriríamos que siempre utilizaron los medios masivos de la comunicación
para instruir y dominar hasta el subconsciente colectivo del pueblo y la masa.
A través de la utilización de la propaganda, patrocinando la creación de filmes
y películas dedicadas a concientizar al vulgo, creándoles nuevos Arquetipos,
nuevos súper héroes, nuevos Ideales en que creer. Al instruir con identidad, fe
en sí mismos, e historia autóctona, a la masa inculta le dieron una esperanza,
un ideal e identidad. Explotaron el folklore con la Fantasía, y crearon
nuevas leyendas protagonizadas por grandes Héroes, nuevos Militares, policías
incorruptibles, detectives en posesión de la mas alta tecnología, astronautas,
bomberos, vengadores anónimos, y por qué no, ángeles, superhéroes, y demás.
Utilizando una y otra vez a la “Fabulas del Elegido”. (La Fabula del Elegido es la
famosa historia del don nadie que se convierte en héroe, y demás virtudes
encerradas en el concepto de Mito). La idea de que: Un solo hombre puede hacer
la diferencia, es la raíz del mito estadounidense, y creo que es
ejemplar.
Es tiempo de dejar de hablar de la “viveza criolla”, del
chanta porteño, el arrabalero, el policía corrupto, el astuto ladrón, y el
milico genocida. Este Héroe tampoco se ve representado en los protagonistas de
Brigada Cola, o los Bañeros.
Es tiempo que nos replanteemos el concepto del ARQUETIPO,
propuesto por el mito. El Superhombre
existe, en el mismo momento que se convierte en el ideal inalcanzable de muchos
jóvenes que creen en él y se sacrifican heroicamente por la patria, la sociedad
o la familia. Repito la idea: “un solo hombre puede hacer la diferencia”, si
cada ciudadano comprendiese la idea, esa diferencia sería perceptible. Los que
cayeron en cumplimiento de un ideal son
Superhombres, porque solo ellos
son inmunes a las balas, puesto que a las Ideas no se las puede matar.
Es tiempo de recordar a nuestros artistas, sabios, mártires, y científicos, y de una vez
por todas, concluir con el monotemático tema del nunca más.
Es preciso crear nuevos héroes, Jesús y sus santos, parece
no alcanzar en nuestra linda patria sudaka, recobremos entonces los mitos, el
paganismo autóctono, los cómics, los héroes, y los ideales, y construyamos
nosotros mismos a Dios y sus Ángeles.
La secreta broma que esconde el mito, es que siempre o casi
siempre esta dirigida al creyente: dado que invariablemente esta dedicada a un
elegido que debe ser encontrado, y este a su vez puede provenir de cualquier
parte, y es un completo don nadie, pero que encierra inconcientemente
desconocidos y supremos poderes intelectuales en su interior, pero para
revelarlos, se deberá alejar de su pueblo natal al desierto, y en soledad descubrirse
a si mismo. Esto lo podríamos catalogar como el mito de “La búsqueda de la Sabiduría”. Allí conoce
su Don y aprende a practicar su arte, y su poder. Pero una vez que encuentra
aquello que había salido a buscar, vuelve a su pueblo y lo redime de alguna
forma. De esta manera el mito engatusa a su creyente, haciéndole creer en su
secreto mas intimo, que el mismo es un elegido. Algunas de las moralejas que
desprenden los mitos mesiánicos son: el nacionalismo, la Ley, la Justicia, el honor, la
fuerza de voluntad, la moralidad, la caballerosidad, la buena fé y la ética.
Conceptos que como los dioses, tampoco existen en verdad, tan solo son
conceptos ideales, pero estarán tan muertos como Dios, si no funcionan como
conceptos movilizadores y reguladores para el fluctuar armónico de las
relaciones sociales y políticas.
Ahora sin la controvertida idea del Ojo, (el visor del
panopticon de Dios), sin el atento y omnipresente escrutinio divino, nos hemos
convertido en adictos hasta al pecado más estúpido, nos hicimos animales
rastreros y perniciosos, tramposos y traicioneros como serpientes y
escorpiones. Sin el Paraíso, dejo de tener sentido soportar el yugo de una vida
moral inquebrantable. Sin el concepto de pecado, se perdió todo tabú o
represión de los instintos, haciendo de la infidelidad y la traición, las
astucias mas inteligentes.
Sin los dioses, perdimos el ideal y en fin, perdimos el
camino.
Actualmente, la sociedad argentina solo ha dejado un futuro:
pasar la mayor parte de nuestro tiempo encerrados y atrincherados, mirando
películas de Holywood, leyendo libros y
jugando juegos de video, todo lo demás ha quedado convertido en un extraño
escenario de posguerra; hagamos lo que hagamos siempre vamos a perder; no
podemos emprender nada que funcione, no poseemos industria, no tenemos una
economía estable, ni investigación científica, menos aún investigación
tecnológica, todo lo que estudiemos en nuestras facultades y universidades, no
será mas que burda e inútil vanidad, dado que jamás podremos dejar de ser
remiseros, y verduleros. La mano de obra especializada, es inútil en nuestro
país bananero. Un país hecho por toscos granjeros, no necesita ni matemáticos
del caos, ni ingenieros atómicos. Solo nos resta mirar tele hasta morir de
frustración, insatisfacción e inseguridad. O por el contrario, tomar el toro
por las astas, y salir armado a la calle a provocar un desastre.
Nuestros ideales se destruyeron ya hace tiempo. Y matando
nuestras ilusiones, nos desilusionaron, y esto no ha producido nada bueno. En
el lugar donde debía brillar un ideal caballeresco, solo quedó un vacío oscuro
y tenebroso dominado por nuestros instintos. Por tanto, creo que es primordial,
que entre todos reconstruyamos a nuestros superhéroes, como un “Frankenstein”
de nuestros ídolos anteriores. Es tiempo de crear ese Dios Argentino, para que
haga al hombre a su imagen y semejanza. Es tiempo de crear una esperanza, un
ideal, un nuevo Arquetipo del ciudadano argentino, un Arquetipo de rasgos
latinoamericanos, en lugar de los rasgos anglo-sajones. La manera que en mi
opinión, puede lograrse, es fomentar e invertir capital en la construcción de
literatura, cómics, cine, y televisión, destinado a concientizar a la masa a
través de la utilización de los conceptos de Arquetipo y de Identidad.
¿De qué manera?, utilizando el ideal del Buen Policía, el
Buen Soldado, el Buen Político, el Buen Indio, la Buena Madre, la Mujer Perfecta, el
Buen Ciudadano, el Gran Sabio, etc., para la creación de material mediático,
dramático o fantástico, para que trabaje lentamente en el subconsciente de la
masa hasta iluminarla.
Eduardo Romano Kerr, 30-3- 2009